El habilidoso atacante rosarino de Huracán contó su historia en #LPEP: su llegada a la ciudad, su adaptación en la Liga y sus deseos.

Llegó a nuestra ciudad como un mundo totalmente nuevo para él, con todas sus ilusiones renovadas y a la espera de esa oportunidad que la vida no le había dado. Al principio le costó pero luego se transformó en el talismán de Huracán, haciendo delirar a tribunas propias y extrañas. Franco Santana y su amor por la redonda se dieron a conocer en “La Pasión en Play”

“Aca estoy… encerrado, aburrido, extrañando la redonda como todo jugador. Se entrena como se puede porque hay que estar de la mejor forma posible cuando se termine esto. Es mi tercer año aca. La llevamos muy bien, nos adaptamos y esperamos que pronto se normalice todo”, son los primeros comentarios del jugador del globo.

Como el habilidoso futbolista menciona, esta sería su tercer temporada en nuestra región y vistiendo la camiseta del Club del Barrio Chacarita; pero es interesante saber su origen, para luego desembocar en su llegada a estos pagos: “Yo desde los 3 años me crié con la pelota, vengo de un barrio muy humilde de Rosario donde se ven muchas cosas malas; y yo aposté al fútbol y no al camino de las drogas y la delincuencia como hicieron varios amigos. De chico no tuve mucha suerte porque mis viejos laburaban mucho y andaba siempre solo, nunca tuve un representante. Y bueno después apareció esta oportunidad y estoy contento acá con mi familia. La Liga de Laboulaye es la primera que salí a jugar afuera”, comenta el joven de 25 años.

Inmediatamente, el entrevistado fue consultado sobre el origen de su llegada al globo: “Llegué a Huracán en 2018 por medio de Ezequiel Torres (ex central del globo) que jugó conmigo en Tiro Federal de Rosario; hablé con Jorge Vázquez (DT en 2018) y vine a hacer una prueba y quedé. Al principio tenía 3 o 4 horas de viaje, entrenaba un día a la semana y después tener que jugar no me gustaba mucho; primero porque quería entrenar todos los días, y también para ganarme el puesto lealmente a la par de mis compañeros”, Explica y agrega: “Apenas llegué quizás no tuve un buen año, pero la temporada pasada pude convertir 12 goles, festejar un poco mas; y estuvimos un tiempo en la pelea pero no se dio. La primera parte del 2019 anduvimos muy bien y después hubo algunos problemas y el equipo se pinchó un poco”, confiesa.

Aunque se lo nota cómodo en la ciudad y en el club, adaptado junto a su familia (señora e hijo) como él mismo cuenta, Santana sueña con seguir creciendo y tratando de vivir del fútbol: “Puedo decir que esta liga es linda. Hay equipos que te dejan jugar y otros no. En Rosario van mucho al choque, siempre hay mucha patada y piñas, nunca sabes si el partido va a terminar. Laboulaye me gusta, es un lugar muy tranquilo. Desde el día que llegué hay un montón de gente muy atenta que todos los días me ayuda. Mi objetivo es vivir de esto, ayudar a la familia. La realidad es que la situación no está fácil; si el día de mañana sigo acá o no, no depende solo de mí”, expresa.

Finalmente, el famoso “ricky” (apodo que le puso si ex compañero Pablo Bornia por su similitud con Centurión), hizo su análisis sobre la temporada que se venía con un nuevo DT y varios refuerzos: “Con el tanque (Whet) jugamos muy poco. Tenemos que conocernos más con Bersía y con Diego Alí (compañeros en delantera).  Hay varias caras nuevas con las que aún no compartimos mucho. En 2018 pude jugar con Ezequiel Mijoch que era un gran jugador y experimentado, que a pesar de la distancia siempre me da consejos. El año pasado jugamos con Ronald Biglione y el técnico (Alberto Dodero) nos pedía cosas a las que no estábamos acostumbrados y nos las arreglamos igual. Este año tenemos a Luis Weht y sabemos que siempre apunta alto, a dejar al club allá arriba. Yo me siento un hincha más del club porque la gente te lo hace sentir así. Ojalá podamos regalarle un campeonato a los hinchas porque nos acompañan a todos lados llueva o truene, y alientan en las buenas y en las malas”. Cerró.

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