Agresiones entre jugadores, a Dirigentes, y agravios a la Prensa. Jornada gris para el espectáculo.

No fue todo goles y risas en la Superfinal de la Liga Regional. Bien es sabido que en estos festejos uno se va feliz y el otro se va triste, pero el panorama se tornó violento y terminó en un bochorno.

Desde adentro siempre fue un clima tenso, pierna fuerte, empujones y tumultos alrededor de un arbitro que probablemente no tuvo un buen partido, pero que no terminaría incidiendo en el resultado. Ese mismo clima que se gestó desde las finales del año pasado, y que tuvo alguna que otra muestra el pasado domingo.

Desde afuera la cosa tampoco estuvo fácil. Una fotógrafa de nuestro staff recibió agresiones verbales de un integrante de la parcialidad local; algo similar le ocurrió al equipo de transmisión radial que estaba presente relatando el partido. Otro medio colega también recibió algún que otro agravio desde el ala visitante. Aunque estas cosas no terminaron pasando a mayores, los medios también fuimos víctima de la hostilidad del hincha que se cree intocable desde el otro lado del alambrado.

El final del partido fue lamentable. Agresiones generalizadas entre jugadores, golpes y violencia sin control. El propio Presidente de la Liga, Sandro Aguilera, quedó aislado en un rincon con un vallado de policias recibiendo agresiones físicas y verbales, además de amenazas de todo tipo por parte de jugadores, colaboradores, hinchas, etc.

La premiación tuvo que ser prácticamente a las apuradas, y los norteños pudieron hacer un festejo mas apaciguado en su propio estadio.

Las cosas no han cambiado, ni un poco, nuestro deber en general es informar, y estas cuestiones no podían quedar afuera. Desde La Pasión repudiamos todas las agresiones que existieron, hacia nosotros, hacia colegas, hacia jugadores y hacia las autoridades, y pedimos que las Instituciones involucradas tomen cartas en el asunto.